lundi 20 février 2012

Images in Black: 150 Years of Black Collectibles



Images in Black: 150 Years of Black Collectibles



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Images in Black: 150 Years of Black Collectibles Overview



From the years of slavery through the years of civil rights, images of black people have taken many forms. Some of these images were positive and some negative and stereotypical. Together they help us see and measure the history of racial attitudes in America, and make up the growing field of what is called Black Collectibles. These collectibles help to chronicle an important aspect of American history. Hundreds of these items are gathered together for Images in Black: 300 Years of Black Collectibles, and are illustrated in full color. The text helps the reader understand the history, and the price guide makes the volume useful for evaluating the market in black collectibles.

Ecos de las "cenas del hambre" y evento deportivo en beneficio de Manos Unidas

La Delegación local de Manos Unidas nos remite estas fotos de las "cenas del hambre" celebradas en las Parroquias de San Agustín y San José.

También nos informan de que durante los días 27 y 28 de febrero, organizado por el Club Baloncesto Linares, se van a celebrar partidos de Baloncesto con equipos de renombre nacional (Cajasol, Barcelona...) y el propio CB Linares. Parte de lo que se recaude será para nuestro proyecto de Manos Unidas. Las entradas se pueden sacar en el momento en taquilla. Los precios son económicos: para niños de primaria 1 euro el día, que corresponde a dos partidos; para adultos 3 euros, y el abono para todos los partidos de ambos días, 5 euros.














Carta de Jesús Castro sobre el CIE de Algeciras

Hemos recibido esta carta del misionero linarense Jesús Castro (a quien podéis ver en la foto junto con la también misionera Ana García), contándonos parte de su experiencia en el CIE de Algeciras, ese centro de reclusión de inmigrantes a la espera de ser deportados a su país. Merece la pena leerla. Nos habla de "Droit au but" (directo al gol), que es el nombre de un equipo de fútbol que hicieron unos chavales del Centro para jugar un campeonato en Ceuta. Leedlo, por favor, y tratemos de cumplir con lo que esos chicos esperan de nosotros.

Querid@s tod@s.

Esta tarde pasada he tenido la suerte de entrar al CIE de Algeciras para visitar a nuestros queridos amigos que esperan allí su destino.

Les he dicho que esta noche os escribiría a tod@s un e-mail y aquí estoy.

Os cuento lo que he vivido.

El viernes pasado llamé a David, nuestro policía, ángel de la guarda de los chicos, para poder visitar el CIE. Me dijo que le llamara el lunes para concretarlo. El sábado a la noche me llamó Ibrahim desde el CIE. Estaban todos allí (“Droit au but” al completo). Me pidió que os saludara a tod@s. Me dijo que todos estaban bien. Estuvimos un rato hablando y finalmente me pidió 2 cosas: que les trajera algo de ropa, porque hacía un frío que pelaba, y que le dijera cómo iba la copa de África –nos pusimos a reír- porque dentro no sabían nada (al no salir se une la incomunicación en nuestro querido CIE).

El finde llamé a Juanma por si me podía facilitar ropa para 7, y “voilá”, su mamá lo arregló todo.
El lunes le llamé a David –el policía- y estaba con un gripazo de narices, pero se comprometió hacer las gestiones para que el martes a la tarde pudiera estar un rato con los muchachos.

Y así ha sido. Llegué a eso de las 19:30, cargado con un maletón petado de ropa, que me dejó Juanma.

Al entrar ya me esperaban, pero el policía encargado estaba superagobiadísimo, porque acababan de entrarle 13 chicos (y parecía que venían de Ceuta). Por un momento me dijo que sólo podía dejarle la ropa y ya está; pero yo puse cara de pena y me acompañó dentro (no me pidieron ni el DNI, ni miraron la ropa). Había alguna familia musulmana visitando, pero hablando entre los barrotes de la celda. Era ya de noche y os digo que la escena me sobrecogió.

Había mucho caos. Policías para un lado y otro, muy nerviosos. Me acerqué a una puerta con rejas, que cerraba el paso a un pasillo, todo lleno de chicos que se asomaban curiosos. De pronto no lo reconocí. Con su gorro por encima, una voz conocida me dijo con tranquilidad: “Jesús”. Era nuestro querido Ibrahim Tahir. Me acerqué, pregunté por el resto y rápidamente aparecieron todos: Da Silva, Fabrice, Styve, Carmelo, Loumkua, sólo me faltaba nuestro Beou Syla, pero al pronto llegó. 


Hablamos entre los barrotes, nos alegramos, reímos. Ibrahim me preguntó por su profesora, Cande. Syla me dio la mano entre los barrotes. Le dije que tod@s les mandábais saludos, que estábamos rezando por ellos. De pronto un chico que no conocía se dirgió a mí. Me preguntó en francés, desesperado, si yo podía hacer algo para sacarle de allí. Le dije que sólo había venido a visitarles y que lo único que hacía era rezar por ellos. Me dijo que conocía la casa de Paula y que por favor rezara por ellos. Le dije “chaque jour, mon frére, chaque jour”, le pregunté su nombre: Ibrahim. Se acercó otro chico que conocía, con su gorra siempre puesta, Rumial.


Levanté la mirada, había mucha gente en aquel pasillo tras los barrotes: latinoamericanos, marroquíes… Alguien me dijo: Oye jefe, tú quién eres. Nuestro Ibrahim saltó: no se llama jefe, se llama Jesús, y es nuestro amigo. El que preguntó era argentino.

Por fin llegó el policía y dejó salir a los 8. Fuímos a un patio interior. Uno a uno nos abrazamos. Les volví a repetir que estaba allí para darles el aliento de parte de tod@s los que les conocíamos y para recordarles que Dios estaba con ellos. Sin pensarlo mucho, les dije: vamos a rezar juntos. Hicimos un círculo, los 9 nos dimos la mano. Inicié la oración y pedí a Dios que sintieran su fuerza, que les liberara pronto y dejamos un espacio de silencio para compartir. Carmelo agreció a Dios estar vivo y pidió por los gobernantes españoles para que les dejaran salir y por la sociedad que les iba a acoger para que recordaran que son también sus hermanos. Beou, imploró al Espíritu Santo para que se hiciera presente en medio de nosotros y llegara a todos los inmigrantes que en cada lugar de la Tierra caminan hacia la libertad prometida. Después seguimos orando en silencio. Finalmente, aún unidos, les pregunté que si querían mandar un mensaje a todos los que estábamos fuera que yo lo iba a transmitir y uno por uno fueron diciendo:

- Jesús, diles que recen por nosotros
- Di a tod@s que ya hemos pasado los 14 kms del Estrecho y que seguiremos adelante.
- Saluda a toda la Asociación Elín de nuestra parte, a las hermanas, a l@s voluntari@s. Diles que los sentimos cerca y que gracias por todo.
- Diles a nuestros hermanos de Ceuta, que ánimo, que no se rindan.
- Saluda a María, a Magadalena, a Cande a Regina, a Paula,… a tod@s de nuestra parte. Pronto estaremos fuera.

Y yo respondí que todo eso se lo diría. Y que ellos eran muy importantes para nosotr@s. Que Dios les había dado una misión de liberación para ellos mismos, para su familia, para su país, para la sociedad que les acoge y que estaría siempre con ellos.

Tras 15 mins eternos, llegó el policía diciendo que ya se acabó el tiempo. Les repartí la ropa y les dije que venía de parte dela madre de Juanma. Bromearon y se rieron, sobre todo Loumkua: “Gracias a los Reyes Magos”, dijo; que había conocido en Navidad en Ceuta.

Nos dimos los últimos abrazos, palabras de ánimo, sonrisas, agradecimiento,… hasta llegar a la puerta. Se perdieron tras las rejas, nos apretamos la mano entre los barrotes: “¡Droit a la liberté!”, grité. Asintieron y al momento se perdieron entre un mar de personas que con la oscuridad de una tenue luz, vislumbraba, de muchos lugares, muchas historias anónima, que ese día y los siguientes seguro que no visitaría nadie.

El policía me despidió, pero como ajeno a aquello, nervioso por el trabajo, e intuía que intentaba no dejarse afectar, no conocer,… para no tener que plantearse. Y se volvió a zambullir en su libro de entradas, donde seguía escribiendo números, sin querer saber los nombres.

Me vine con un sentimiento de tristeza y alegría a la vez. Tristeza, dolor y rabia, por toda la gente que había visto allí dentro, encerrados como animales. Y alegría porque nos habíamos visto, por un momento nos habíamos sentido iguales, nos recordamos que nos queríamos y eso era lo más importante.

Seguiremos queriéndonos y queriéndoles en la distancia con los deseos y la oración compartida, que os digo que llega, vaya si llega…

Jesús.


Ecos de los Cursillos Prematrimoniales

Mari Carmen Pancorbo nos remite esta carta a propósito de la conclusión de los últimos cursillos prematrimoniales. En los tiempos que corren es, como dice ella, una noticia importante. Os dejamos también al final más fotos de los encuentros del cursillo.

UNA NOTICIA IMPORTANTE
Esta vez no se me escapa la ocasión de escribir algo sobre este evento tan entrañable para los cristianos, que ha ocurrido este fin de semana, 17, 18 y 19 de febrero en Linares.

28 parejas han decidido unirse en matrimonio, haciéndolo por la iglesia y para eso, han tenido que hacer los cursillos prematrimoniales.

56 personas han puesto su ilusión, entrega, alma, esfuerzo, interés, cariño, tiempo, dedicación, y ganas, en estar aprendiendo y recibiendo consejos para intentar conseguir que sus vidas, unidas con Dios, sean largas y amables.

No han estado solos, Don Manuel Valenzuela (Párroco de Santa Bárbara) los ha iluminado con sus palabras y enseñanzas.

6 parejas de matrimonios con larga experiencia, les han contado cosas de su vida y les han ido abriendo caminos.

Desde el viernes al domingo después de la Eucaristía participativa y de una comida compartida, hemos estado juntos.

¿Quién ha recibido más? No lo sé, pero sí tengo claro que algo ha crecido y algo se ha renovado.

´Nadie es dueño de su felicidad, por eso no dejes tu paz, tu vida, tu mañana, en manos de nadie, si no lo hacéis unidos a la mano de Dios.´

En Linares, gracias a los sacerdotes y a un grupo de matrimonios laicos comprometidos, se llevan 40 años impartiendo mensualmente los cursillos.

Yo llevo casada 38 años y ya los recibí, ahora los imparto.

Los recuerdo con mucho cariño. Así que… ¡Adelante!

Mari Carmen Pancorbo










Comunicado de HOAC y JOC ante la nueva reforma laboral

La Juventud Obrera Cristiana y la Hermandad Obrera de Acción Católica, como parte de la Iglesia en el mundo obrero y del trabajo, ofrecemos esta reflexión ante la aprobación por el Consejo de Ministros de una nueva reforma laboral.


Nos encontramos con la 16ª reforma del mercado de trabajo en democracia. Hasta ahora las sucesivas reformas laborales llevadas a cabo por los gobiernos, de uno u otro signo político, bajo el pretexto de modernizar y flexibilizar dicho mercado laboral, han transformando la concepción y función del trabajo asalariado en nuestra sociedad y están socavando los derechos de las personas trabajadoras y de sus familias.

Estas reformas siempre se han presentado como una necesidad para combatir el desempleo, pero sólo han conseguido:
- incrementar el empleo temporal, especialmente para los jóvenes;
- diversificar las modalidades de contratación a la carta;
- abaratar el coste del despido;
- reducir el crecimiento de los salarios;
- devaluar lo público (servicios sociales, educación y sanidad).

En definitiva, han profundizado en el trabajo precario y en el empobrecimiento de las familias trabajadoras. Un ejemplo lo tenemos en los años de crecimiento económico anteriores a la actual crisis: aún creándose riqueza y empleo, estos no sirvieron para disminuir la pobreza en nuestro país.

Ninguna reforma ha estado orientada hacia la expansión de un empleo decente como Benedicto XVI reclama en la encíclica Caritas in veritate. Los derechos que emanan de un trabajo a la altura del ser humano no pueden estar subordinados a las exigencias económicas. Es la economía la que debe orientarse a las necesidades de las personas y de sus familias; es el ser humano el centro de la actividad económica y laboral. El respeto a la dignidad del trabajo, vinculado a la dignidad de la persona, es y debe ser el criterio central de una economía orientada por “una ética amiga de la persona”. (Benedicto XVI, Caritas in veritate, 45)

Esta nueva reforma es otra agresión al trabajo humano como principio de vida. Creemos que una reforma laboral que pretende ser completa y marcar un antes y un después en las relaciones laborales, no puede hacerse sin el suficiente consenso social entre las personas trabajadoras y el colectivo empresarial. Y tendría, además, que responder a las necesidades de las familias trabajadoras y no a las exigencias impuestas por los mercados financieros, las grandes empresas, las instituciones comunitarias y los organismos económicos internacionales.

Esta reforma laboral es una vuelta de tuerca más para flexibilizar el mercado de trabajo:
- Quiebra el derecho constitucional a la negociación colectiva y a la capacidad organizativa de los trabajadores –no existe negociación real de los trabajadores en el ámbito de la empresa cuando el 95% del tejido productivo español está compuesto por empresas de menos de 50 trabajadores. Este Real Decreto contempla la fractura de la cohesión social al habilitar la “caducidad” de los convenios colectivos desincentivando cualquier negociación entre las partes.
- Facilita y abarata la expulsión del mercado de trabajo: quita trabas al despido por causas económicas; rebaja la indemnización del improcedente (pasando a 33 días por año trabajado, con un máximo de 24 mensualidades) y elimina la autorización administrativa para poder llevar a cabo los expedientes de regulación de empleo. Los contratos indefinidos con esta nueva regulación tampoco tendrán, como los temporales, condición de estabilidad.
- Abre el camino para ajustar los salarios a la productividad. Con esta reforma, los salarios de los trabajadores más débiles van a depender de la voluntad unilateral del empresario.
- Dificulta, cuando no impide o precariza, el empleo juvenil. Más del 80% del empleo destruido por la crisis corresponde a empleo juvenil. El nuevo contrato de trabajo indefinido, especialmente para jóvenes (también para desempleados de larga duración), dirigido a las empresas de menos de 50 trabajadores, se puede convertir, más que indefinido, en un contrato temporal sin causa justificada. Estas nuevas modalidades de contratación y regulación ponen en serio peligro, aún más, la estabilidad presente y futura de la mayor parte de la juventud.

No compartimos la individualización de las relaciones laborales que propone esta reforma. Recordamos a nuestros gobernantes que el trabajo es una experiencia comunitaria y que una de las funciones de la empresa, según la Doctrina Social de la Iglesia, es favorecer la comunitariedad. Todo lo que suponga la individualización, dar prioridad a los intereses personales frente a los colectivos, significa romper la vocación a la comunión del ser humano.

No es lícito eliminar derechos y protección de las personas trabajadoras con el argumento de combatir el desempleo y de reducir la temporalidad, cuando han sido las políticas económicas de los últimos gobiernos las que han provocado que haya un tejido productivo tan débil y un empleo tan precario.

No podemos seguir flexibilizando las relaciones laborales sin garantizar la seguridad de una vida digna para las personas trabajadoras y sus familias. Y esta reforma se lleva a cabo en un contexto de quiebra del Estado de Bienestar, de reducción del Sector Público y de recortes de los servicios y prestaciones sociales sin precedentes.

Esta reforma rompe el débil equilibrio conquistado históricamente entre capital-trabajo, alejándose del principio siempre defendido por la Iglesia de la prioridad del trabajo frente al capital. Además, supone un nuevo golpe al Derecho Laboral limitando su capacidad de frenar la creciente mercantilización y “cosificación” del trabajo humano. Consideramos que este gobierno ha aprovechado el estado de quietud y miedo de la mayor parte de la ciudadanía, para eliminar viejas conquistas laborales y aspiraciones conseguidas tras muchas luchas de tantas personas a lo largo de la historia.

Los retos actuales que atraviesa la economía española requieren medidas políticas concertadas en el ámbito internacional que subordinen la economía financiera a la economía productiva. Es preciso, como ha pedido insistentemente Benedicto XVI y el Pontificio Consejo Justicia y Paz, una reforma del sistema financiero internacional. Esta reforma supondría avanzar en justicia social y comunión de bienes, redistribuyendo efectivamente la riqueza existente; controlar la economía especulativa y frenar el desmedido afán de lucro, en lugar de eliminar derechos. Este es el camino que puede generar riqueza orientada a la creación de empleo decente y con derechos, y a disminuir la pobreza.

Como Iglesia en el mundo obrero, en las actuales circunstancias, pedimos a las autoridades políticas, a los agentes sociales y económicos, al conjunto de los trabajadores y de la sociedad, y especialmente a los cristianos y cristianas, que caminemos juntos, con la intención de eliminar las causas que han generado esta crisis económica y, al mismo tiempo, superemos las estructuras económicas y sociales injustas que tanto sufrimiento, deshumanización y pobreza están provocando a las personas.

También instamos a los partidos políticos a corregir y reorientar, en el proceso parlamentrario, esta reforma laboral poniendo en el centro de la misma el trabajo decente y con derechos y, al mismo tiempo, animamos a participar en las iniciativas y movilizaciones que se convoquen por parte de las organizaciones eclesiales, sociales y sindicales que ayuden a tomar conciencia y revertir esta situación tan lesiva para las personas trabajadoras y sus familias.


Madrid, 16 de febrero de 2012